lunes, 10 de marzo de 2008

...de la tierra de los incas... (foto: Pisac)


Una escalera al cielo de tierra seca. Descansos interminables de una arena cansada de elevarse al cielo en busca del rumor de un Inti milenario que un día vino y no al buscó. Una rabia que se eleva al cielo y vuelve a descansar. De los pies de este desierto desgraciado nace una ansia verde y pura de consolar a la tierra cansada, alimenta el desierto con frutos gigantes, el oro de nuestra tierra, no el que buscaban los otros. Alimenta los labios gruesos de virtudes, de los que el sol un día vino a visitar, pero que ellos no recuerdan, no se quieren acordar, no los dejan recordar.


Mariana Wilde.