domingo, 20 de octubre de 2013

Los pies ascienden del barro, de la tierra dura y resquebrajada.
Bajo el sol nace la piel que se quema,
que se seca con el barro de lo pies.
Tu asciendes dominante,
tu carne ardiendo se alza como alas bajo el sol.
¿Quiénes son tus ojos que no discriminan el mundo?
¿De dónde viene tu necesidad de querer saber la verdad?
Las mariposas mienten
¿A quién le vas a preguntar?
Dile a tus ojos que dejen la ingenuidad,
hay mucho que hacer,
no hay tiempo para detenerse a preguntar.
La verdad cruza la calle contigo,
si doblas el cuello lo verás.
No mires los pasos que no has dado,
hay huellas,
hay pies andando,
No te mezcles con la mierda del ideal,
hay más en el hacer que en el soñar.
Deja de imaginar que caminas por el pasto,
es tiempo que veas que tus pies ascienden del barro,
de esa tierra dura y resquebrajada,
que tus alas no son de un ave errante,
es carne ardiente que aletea bajo el sol.
Ahí esta la verdad,
en los ojos abiertos,
no hay ideal.