Pequeñas y atorrantes arañas circulando
bajo la epidermis, la dermis y la hipodermis
de mis ansias de soñar, de crear, de amar.
Arañas tejedoras cubriendo mi sensibilidad frágil y cobarde
para que que no se entregue tan fácilmente al llanto de la sumisión.
Mis brazos, mis piernas, mi rostro
se vuelven
verde,
azul,
morado,
negro.
Necrosis hasta la hipodermis,
hasta el alma,
hasta usted.
Arañas protectoras y asesinas.
Arañas que al protegerme de usted,
me matan lentamente.
lunes, 11 de noviembre de 2013
miércoles, 6 de noviembre de 2013
domingo, 20 de octubre de 2013
Los pies ascienden del barro,
de la tierra dura y resquebrajada.
Bajo el sol nace la piel que se quema,
que se seca con el barro de lo pies.
Tu asciendes dominante,
tu carne ardiendo se alza como alas bajo el sol.
¿Quiénes son tus ojos que no discriminan el mundo?
¿De dónde viene tu necesidad de querer saber la verdad?
Las mariposas mienten
¿A quién le vas a preguntar?
Dile a tus ojos que dejen la ingenuidad,
hay mucho que hacer,
no hay tiempo para detenerse a preguntar.
La verdad cruza la calle contigo,
si doblas el cuello lo verás.
No mires los pasos que no has dado,
hay huellas,
hay pies andando,
No te mezcles con la mierda del ideal,
hay más en el hacer que en el soñar.
Deja de imaginar que caminas por el pasto,
es tiempo que veas que tus pies ascienden del barro,
de esa tierra dura y resquebrajada,
que tus alas no son de un ave errante,
es carne ardiente que aletea bajo el sol.
Ahí esta la verdad,
en los ojos abiertos,
no hay ideal.
Bajo el sol nace la piel que se quema,
que se seca con el barro de lo pies.
Tu asciendes dominante,
tu carne ardiendo se alza como alas bajo el sol.
¿Quiénes son tus ojos que no discriminan el mundo?
¿De dónde viene tu necesidad de querer saber la verdad?
Las mariposas mienten
¿A quién le vas a preguntar?
Dile a tus ojos que dejen la ingenuidad,
hay mucho que hacer,
no hay tiempo para detenerse a preguntar.
La verdad cruza la calle contigo,
si doblas el cuello lo verás.
No mires los pasos que no has dado,
hay huellas,
hay pies andando,
No te mezcles con la mierda del ideal,
hay más en el hacer que en el soñar.
Deja de imaginar que caminas por el pasto,
es tiempo que veas que tus pies ascienden del barro,
de esa tierra dura y resquebrajada,
que tus alas no son de un ave errante,
es carne ardiente que aletea bajo el sol.
Ahí esta la verdad,
en los ojos abiertos,
no hay ideal.
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