sábado, 29 de septiembre de 2007

Señor Benedetti:

Su tregua sabe a cafeína,¿tomaba café mientras escribía? O tal vez soy yo, no lo sé, el hecho es que su tregua sabe a cafeína, a un café expreso mal preparado; casi sin sabor en un principio, amargo a la mitad y dulce por el azúcar agrumada al final, admito que mientras me perdía en sus páginas olía a café amargo en el aire, cada vez que recuerdo su tregua, señor Benedetti, siento ansias de un café amargo, o de uno expreso mal preparado.
Tomo un café cada tarde, en cada sorbo don Martín Santomé se revuelca en mi boca, ¿qué ha sido de él Benedetti? ¿qué ha sido de Santomé?, ha pasado tanto tiempo que creo que ya murió ¿ha ocurrido eso Benedetti? ¿a caso Santomé ya está con Isabel o con Avellaneda?, ¿Con quien crees que él preferiría estar en el cielo o donde sea? ¿Con su roja Isabel o con su azul Avellaneda?. Son muchas preguntas cierto Benedetti, no sé si ha construido una historia posterior, otro diario insignificante de Santomé, o una vista panorámica de Avellaneda desde donde esté. ¿Qué dirá Isabel?.
En su tregua Benedetti estuvieron sus famosas tácticas y estrategias, ¿Santomé fue aquel hombre que miraba a una muchacha?. Avellaneda traía en sus manos señales, Santomé traía viejas señales ¿a caso hubo vergüenza del sentimiento?, no Benedetti, usted sabe que al sentimiento no se le tiene vergüenza. Habló de su soledad, la de Santomé, de su infinita soledad.
Hay sólo que analizarlo un poco, ellos tan diferentes, aparentando ser padre he hija, desmintiendo eso con un beso a la luz pública, ellos tan formales para su amor tan informal.
¿Qué mas pasó con Santomé después de la ida de Avellaneda?, ¿qué ocurrió con Avellaneda luego de dejar a Santomé?, ¿qué ha ocurrido Benedetti?.

Su tregua sabía a cafeína, su tregua me la tragué dulce y amargamente Benedetti, no como un café de cada tarde Benedetti.

Mariana Wilde.

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